VERANO DEL 85 (Eté 85)

Verano del 85

De:
François Ozon
(2020)

con:
Félix Lefebvre, Benjamin Voisin, Valeria Bruni-Tedeschi, Phillipine Velge, Melvil Poupaud e Isabelle Nanty.

Porque me ha atrapado de principio a fin.

Porque emociona con pequeños gestos y miradas.

Porque es un viaje al verano del primer amor.

Por lo bien que retrata el despertar sexual de un adolescente LGTB.

Porque el cine de François Ozon tiene magia y una mirada única.

Porque es capaz de hacer sentir un millón de cosas.

Porque tiene momentos muy especiales e inolvidables.

Porque se me pusieron los pelos de punta con la secuencia de la montaña rusa.

Por el baile en la discoteca.

Por ese erotismo que impregna todo el comienzo.

Por ese guión impecable.

Por lo mucho que la historia te envuelve.

Por cómo reflexiona sobre el amor, la muerte, la amistad, la pasión, los celos, la pérdida, la lealtad… los aprendizajes de la vida, en definitiva.

Por cómo mezcla estilos, puntos de vista y consigue que el espectador se sienta parte del juego.

Por descubrir a Félix Lefebvre.

Porque es muy difícil lo que hace y cómo es capaz de transformar una emoción en otra en apenas un segundo.

Porque es imposible no enamorarse de su Alexis.

Por ese atractivo tan extraño de Benjamin Voisin.

Porque siempre es genial ver en acción a Valeria Bruni, Isabelle Nanty y Melvil Poupaud.

Por el divertido y necesario personaje de Phillipine Velge.

Por el impecable diseño de producción y esa estética que te transporta a los años 80.

Por la dirección de fotografía y esa textura de la imagen.

Por la banda sonora.

Por inventar más de mil formas de morir cuando las cosas se ponen feas.

Por los veleros y las playas de cantos rodados.

Por volar en una moto hasta alcanzar la velocidad de la luz.

Por la libertad de amar a quien quieras.

Por escribir para sacar los fantasmas fuera.

Porque ya nunca podré escuchar el ‘Sailing’ de Rod Stewart y no pensar en Alex y David.

Por todo eso y más.

VERANO EN BROOKLYN (Little men)

Verano en Brooklyn

De:
Ira Sachs (2016)

con:
Theo Taplitz, Michael Barbieri, Greg Kinnear, Paulina García, Jennifer Ehle y Alfred Molina.

Verano en Brooklyn (1)

Porque es sencilla, emocionante, sensible, sutil, certera.

Porque es un soplo de aire fresco.

Porque se siente como una flecha directa al corazón.

Por el guión.

Por la elegancia con la que habla de temas como la amistad, la inmigración, la gentrificación, el arte, la familia, el despertar sexual, el pasado y el futuro.

Por todo lo que cuenta con muy poco.

Porque no hay buenos ni malos, solo víctimas de las circunstancias.

Por en la vida todo depende del cristal con el que se mire.

Por cómo dirige Ira Sachs y el modo que tiene de plasmar pequeños momentos de vida.

Por esos personajes inolvidables.

Por cómo sus sentimientos se dejan ver a través de miradas, silencios, gestos.

Porque importa más lo que no se cuenta que lo que se cuenta.

Por descubrir a Theo Taplitz y Michael Barbieri.

Porque son hipnóticos.

Por esa amistad tan especial.

Por los amigos de la adolescencia y lo mucho que pueden marcar.

Por esos secundarios de lujo (¿o son los verdaderos protagonistas?)

Porque Greg Kinnear, Paulina García y Jennifer Ehle están impecables.

Por unas preciosas dirección de fotografía y banda sonora.

Por la pérdida de la inocencia.

Por las decepciones e injusticias de la vida.

Por las clases de arte dramático.

Por el verano.

Por Brooklyn.

Por todo eso y más.

EMA

Ema

De:
Pablo Larraín (2019)

con:
Mariana Di Girolamo y Gael García Bernal.

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Porque es FUEGO.

Porque me ha fascinado de principio a fin.

Porque sorprende y engancha.

Porque es tremendamente original.

Porque sales del cine con la sensación de haber visto algo revolucionario y único.

Porque es un viaje hipnótico por sensaciones y sentimientos.

Porque se atreve a romper esquemas, moldes, tabúes.

Porque es una bomba de sensualidad.

Por el guión.

Porque duele.

Por la brutalidad de lo que cuenta y lo bien que lo resuelve.

Porque es imposible no engancharse a Ema.

Porque lo que hace Mariana Di Girolamo es de otro planeta.

Por sus miradas, sus silencios, sus bailes.

Por Gael García Bernal, siempre.

Porque está más guapo que nunca.

Por cómo está dirigida.

Porque Pablo Larraín es un genio.

Porque es una joya visual.

Por esa fotografía tan especial y sorprendente.

Porque hay planos para enmarcar.

Porque dan ganas de perderse por el puerto de Valparaíso.

Por la estética callejera e industrial.

Por ese vestuario fascinante.

Por el chándal, el peto, los tintes de pelo.

Por su defensa apasionada del reguetón.

Por convertirlo en un alegato feminista.

Porque no consigo quitarme de la cabeza la banda sonora de Nicolas Jaar.

Porque quiero escuchar ‘Real’ en bucle.

Por esas coreografías brutales.

Porque el fuego purifica y renueva.

Por la libertad.

Por las mujeres que aman, follan, bailan, viven, sienten, luchan.

Por las madres.

Por todo eso y más.

 

 

 

LA INOCENCIA

La inocencia

De:
Lucía Alemany
(2019)

con:
Carmen Arrufat, Laia Marull, Sergi López y Joel Bosqued.

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Porque es toda una sorpresa.

Por su sencillez y verdad.

Porque es un pedazo de vida hecho cine.

Por cómo se maneja a la perfección entre el costumbrismo, el drama y la comedia.

Por la impecable dirección de Lucía Alemany.

Porque es genial que rodara en su propio pueblo durante las fiestas.

Por el guión, preciso y certero.

Por descubrir a Carmen Arrufat.

Porque sorprende, emociona y conmueve.

Porque ofrece una interpretación llena de matices y sentimiento.

Porque Laia Marull está brillante.

Por esa mirada final en la estación que es puro amor.

Porque Sergi López hace que odies a su personaje y vuelve a demostrar que es brutal.

Por Joel Bosqued y cómo sorprende su personaje.

Por Sonia Almarcha.

Porque la Remedios Caseros es el personaje que más me ha fascinado.

Por Traiguera, un personaje más.

Por cómo refleja la vida en los pueblos del Mediterráneo.

Por ese oasis espacio temporal de adolescentes subiendo stories a Instagram pero bailando Chimo Bayo como si estuviéramos en los 90.

Por las verbenas, los bailes, las bandas de música y las piscinas municipales.

Porque los cotilleos «inofensivos» de las vecinas son el bullying de los adultos.

Por cargar con la culpa (o no).

Por el primer amor.

Por escapar de la realidad impuesta.

Porque las apariencias están para romperlas.

Porque hay que pelear por cumplir los sueños, cueste lo que cueste.

Por ese bonito y difícil paso de la adolescencia a la edad adulta.

Por descubrirse y descubrir el mundo.

Por la inocencia y lo fácil que es perderla.

Por todo eso y más.

LA HIJA DE UN LADRÓN

la hija de un ladron

De:
Belén Funes
(2019)

con:
Greta Fernández, Eduard Fernández y Àlex Monner.

la hija de un ladron (1)

Porque es una de las películas españolas del año.

Porque es tan real que duele.

Porque es puro cine social, casi documental.

Por cómo refleja la realidad de una gran parte de la sociedad española.

Porque habla de monotonía, incertidumbre, inestabilidad, escasez, soledad.

Por la sensibilidad con la que Belén Funes se acerca a los personajes.

Porque permite asomarse a una mirilla para ver ese pequeño fragmento de vida.

Porque me gusta que sea el espectador quien tenga que rellenar los huecos del puzzle a su elección.

Por la naturalidad, contención y sencillez interpretativa de Greta Fernández.

Por esas lágrimas siempre al borde del precipicio.

Por todo el dolor que se esconde tras sus silencios y toda la vida y sueños que ocultan sus miradas.

Por Eduard Fernández.

Por la magia de ver en pantalla ese cara a cara entre padre e hija.

Porque la construcción del inolvidable personaje de Àlex Monner es lo que más me impresionó de la película.

Por Martín, ese entrañable hermano pequeño.

Por el final, que es como un puñetazo en el estómago.

Por cómo retrata el extrarradio de las grandes ciudades.

Por las mujeres fuertes, luchadoras.

Porque tener hijos está bien para no morir solos.

Por los sueños.

Por el futuro.

Por todo eso y más.