De:
Guillermo Rojas (2019)
con:
Silvia Acosta y Jacinto Bobo
Porque es sencilla, bonita, real.
Porque se disfruta de principio a fin.
Por el guión.
Porque es un reflejo de la época que nos ha tocado vivir a los que estamos en la treintena.
Por la suerte de mierda, pero suerte.
Por las pequeñas decisiones que tomamos y pueden cambiar el rumbo de nuestra vida.
Por las conversaciones largas y buenas.
Por la química entre Silvia Acosta y Jacinto Bobo.
Por ver en ella a tantos amigos y amigos de amigos.
Porque siempre es un gusto ver a Beatriz Arjona en pantalla.
Por lo divertida que está Celia Vioque.
Por la pedida de mano en la Plaza del Nabo.
Por leer guías de viaje y soñar despierto.
Por todo lo que se dice sin decir nada, sólo cogiendo la mano a alguien.
Porque «el sur es calidad de vida y lo demás son tonterías».
Porque el negocio de las manzanas no tiene futuro.
Por la genial canción de las taras.
Por el bonito homenaje a La reconquista de Jonás Trueba, aunque sea una atrocidad entrar al cine a mitad de película.
Por el inolvidable tigre de La piel que habito.
Por la amistad y el amor.
Por lo bonita que es Sevilla.
Porque dan ganas de coger un tren y plantarse allí.
Porque las redes sociales las carga el diablo.
Porque lo que es un sueño para unos puede ser una pesadilla para otros.
Por las frustraciones y el arte de superarlas.
Por las expectativas y la realidad.
Por el destino y las casualidades.
Por el futuro.
Por todo eso y más.