De:
Álex Montoya (2018)
con:
Cristina Plazas, Francesc Garrido, Greta Fernández, Nacho Fresneda, Lorena López, Irene Anula, Abdelatif Hwidar, Sergio Caballero, María Juan, Jordi Aguilar, Marta Belenguer, Pablo Sánchez, Juan Mandli y Jorge Silvestre.
Porque es sencilla, certera, especial.
Porque es divertidísima.
Porque soy fan de Álex Montoya desde hace más de 15 años.
Porque algunos de sus cortometrajes están entre mis favoritos forever and ever.
Porque solo él podía hacer un largo así.
Por ese guión de Pérez y Disla que no da ni un segundo de respiro.
Porque demuestra que para hacer cine lo principal es una buena historia.
Por cómo juega con ese surrealismo de lo cotidiano.
Por sus brillantes diálogos.
Por esa galería de personajes que de tan normales son especiales.
Por un reparto de lujo.
Por lo bien que están todos.
Por ese breve pero brutal monólogo de Lorena López.
Por el momento inolvidable de Abdelatif Hwidar.
Por Irene Anula, siempre.
Por el personaje de Greta Fernández, espectador y parte a la vez.
Porque Francesc Garrido, Cristina Plazas y Nacho Fresneda son sinónimo de calidad.
Por lo bien resueltos que están los aspectos técnicos con tan poco.
Por la preciosa dirección de fotografía de Guillem Oliver.
Por la música de Tórtel.
Por el cartel de Paco Roca.
Porque da gustito ver que en Valencia se hacen cosas así de bien.
Por cómo reflexiona sobre la participación, la puesta en común, los egos.
Porque vencer, convencer y convencerse no son tan diferentes.
Por el individuo dentro del grupo y viceversa.
Por decir todo y decir nada a la vez.
Por el (des)concierto.
Porque hablando se entiende la gente (o no).
Por lo difícil que es tomar decisiones.
Porque «es duro, pero es la mejor manera».
Por todo eso y más.