De:
Mike Mitchell y Trisha Gum
(2019)

con:
Maya Rudolph, Will Ferrell, Brooklynn Prince, Jadon Sand

y las voces de:
Chris Pratt, Elisabeth Banks, Will Arnett, Tiffany Haddish, Stephanie Beatriz, Alison Brie.

Porque es tremendamente ingeniosa e imaginativa.

Porque la primera puso el listón muy alto y la secuela lo supera con creces.

Porque es la película que me habría encantado ver de niño.

Porque es divertidísima.

Por el guión.

Porque está repleto de ideas brillantes.

Por ese juego de realidad y ficción.

Por su ritmo vertiginoso, que no da ni un segundo de aburrimiento.

Porque todos los personajes son la bomba.

Porque adoro a Emmet y su asqueroso optimismo.

Por la genial presentación de la reina Watevra Wa’nabi.

Por la invasión de los Duplo.

Por todos esos gags para el público adulto.

Por sus mil y un referentes y guiños cinematográficos.

Por las apariciones estelares de Larry Poppins, Bruce Willis, Hufflepuff, Dorothy y toda la panda de Oz, Superman, los velociraptores, Abraham Lincoln… ¡Y hasta Ruth Bader Ginsburg!

Por la divertida secuencia de Maya Rudolph.

Por ese desternillante momento de reconversión y purpurina al ritmo de la canción más pegadiza de la historia.

Por la genial banda sonora.

Porque tiene la canción de créditos finales más tronchante de la historia del cine.

Porque Everything’s not awesome va a convertirse en la sintonía de cabecera de mi vida.

Porque si todo no es fabuloso, hay que seguir luchando hasta conseguir cambiarlo.

Por permitirnos jugar y no dejar nunca de ser niños.

Por la creatividad.

Por el poder de la imaginación.

Por todo eso y más.