De:
Oliver Laxe
(2019)
con:
Amador Arias y Benedicta Sánchez
Porque es una auténtica obra de arte.
Por su sensibilidad y belleza.
Porque es pura poesía visual.
Por la mirada de Oliver Laxe.
Porque su cine es estimulante, único, fascinante.
Por la potencia de sus imágenes.
Por la genial fotografía de Mauro Hercé.
Por ese comienzo hipnótico.
Por el inolvidable personaje de Benedicta.
Porque su carrera entre las cenizas se me ha quedado en el alma.
Por el amor que demuestra con la mirada.
Por la contención de Amador.
Por la vida rural.
Por las tres vacas y la perra Luna.
Por los castaños, sobretodo ese que sirve de refugio cuando llueve.
Porque si los eucaliptos hacen sufrir es porque sufren.
Por el cuidadísimo diseño de sonido que potencia cada sensación.
Por el guión.
Por cómo reflexiona sobre el campo, su pasado y su futuro.
Porque esconde de forma muy sutil una crítica durísima y acertada.
Por Galicia Calidade.
Por la lluvia.
Porque el fuego purifica pero también destroza.
Porque ver las llamas es catártico.
Por Suzanne de Leonard Cohen.
Porque es una de esas películas que se te quedan dentro.
Por todo eso y más.