De:
Rodrigo Sorogoyen
(2019)
con:
Marta Nieto, Jules Porier, Àlex Brendemühl, Anne Consigny y Frédéric Pierrot.
Porque estoy en shock.
Porque es absorbente, sorprendente, diferente y asfixiante.
Porque es, sin duda, una de las películas españolas del año.
Por esa interpretación brutal de Marta Nieto.
Porque duele.
Porque esconde todo un mundo de emociones en cada mirada y cada gesto.
Porque merece todos los premios del mundo.
Por descubrir a Jules Porier.
Por su hipnótico personaje.
Por Àlex Brendemühl.
Por el guión.
Por cómo retrata la pérdida y la esperanza.
Por la brillante dirección de Rodrigo Sorogoyen.
Porque hay que ser muy genio para atreverse con algo así.
Por sus grandes dosis de tensión e incomodidad.
Porque reta al espectador.
Por ese ambiente onírico que desprende.
Por esos 15 magistrales minutos de infarto con los que empieza la película y que son, en realidad, el cortometraje en el que se basa.
Por esa escalofriante escena del reencuentro con Ramón (impecable Raul Prieto).
Porque tiene planos bellísimos.
Por esa preciosa fotografía tan luminosa para retratar la oscuridad más profunda.
Por las interminables playas de Francia.
Por el apasionante tramo final.
Porque invita a tantas lecturas como espectadores la vean.
Porque se salta los límites de lo correcto y lo prohibido.
Porque al terminar sigue dando vueltas por la cabeza.
Por todo eso y más.