De:
Carlos Marques-Marcet
(2019)
con:
Maria Rodríguez Soto y David Verdaguer.
Porque hay películas que son mucho más que una historia, son magia.
Porque es un fragmento de vida.
Porque es un canto a la maternidad.
Porque emociona y conmueve.
Porque el cine de Carlos Marques-Marcet no deja de sorprenderme.
Por cómo mezcla realidad y ficción.
Por Maria Rodríguez Soto y David Verdaguer.
Porque brillan.
Porque su química atraviesa la pantalla.
Por atreverse a interpretar a una pareja siendo pareja y encima utilizar su embarazo real.
Por sus gestos de complicidad y hastío.
Por ese ataque de risa eligiendo nombres.
Por el impecable guión.
Por esa cercanía inusitada que te hace ser partícipe de principio a fin.
Por la diferencia entre querer, no querer y no no querer.
Porque no hay que fiarse nunca de la gente que no discute.
Por las cintas de vídeo familiares.
Por la preciosa banda sonora.
Por las canciones de Maria Arnal y Marcel Bagés.
Por las dudas.
Por la espera.
Por el miedo.
Por la intimidad.
Por los cambios.
Por el amor.
Por todo eso y más.