De:
Alice Rohrwacher
(2018)
con:
Adriano Tardiolo, Alba Rohrwacher, Agnese Graziani, Luca Chikovani, Sergi López y Nicoletta Braschi

Porque es una de esas películas que cuanto más las recuerdo más me gustan.
Porque es fascinante e hipnótica.
Porque resulta muy sorprendente y especial.
Porque tenía una deuda pendiente con el cine de Alice Rohrwacher.
Porque me interesa que proponga algo tan arriesgado al espectador.
Por su impecable estética.
Por la dirección de fotografía.
Porque está llena de imágenes bellísimas.
Por ese inesperado y brillante giro de guión.
Porque la historia que cuenta se te queda dentro.
Porque es una crítica y cruda reflexión sobre la sociedad, los marginados, los trabajadores, la explotación y el paso del tiempo.
Porque Lazzaro me ha robado el corazón.
Por descubrir a Adriano Tardiolo.
Por todo lo que transmite con su mirada.
Por esa imagen ya inolvidable en la plantación de tabaco (tan bien seleccionada como cartel).
Por volver a ver a Nicoletta Braschi en acción después de trece años sin hacer cine.
Porque soy fan absoluto de Alba Rohrwacher desde Yo soy el amor.
Porque Sergi López siempre es sinónimo de buen cine.
Porque recuerda al neorrealismo italiano.
Porque es digna heredera del cine de Fellini, Rossellini, Visconti, De Sica.
Porque es inevitable que no te lleve a pensar también en Los olvidados de Buñuel.
Porque lugares como La Inviolata han existido y, por desgracia, siguen existiendo.
Por las mil referencias bíblicas y artísticas que esconde.
Porque el hombre es un lobo para el hombre.
Por la luna.
Por aprender del pasado.
Por la bondad.
Por el futuro.
Por todo eso y más.