Porque es una de mis películas favoritas del año…

…porque deja huella…

…porque no se olvida…

…porque sigue dando vueltas por mi cabeza y mi corazón mucho después de haberla visto…

…porque es una de esas películas que se te quedan dentro para siempre…

…porque es una joya…

…porque te hace viajar por todo un universo de sensaciones y sentimientos…

…porque la vida es una mezcla de realidad e imaginación…

…por ese trabajo impecable de Ramón Salazar…

…por el guión…

…por lo que cuenta y cómo lo cuenta…

…porque hace poesía con las imágenes…

…porque Andrés Gertrúdix está brillante…

…por todo lo que expresa con una mirada, con un gesto…

…por ese personaje memorable de la madre…

…porque Susi Sánchez merece todos los premios del mundo…

…porque su interpretación duele y fascina…

…por Najwa Nimri…

…por la primera calada…

…por jugar con la espuma de afeitar…

…por la mágica secuencia con la madre recordando la infancia…

…por esa comida familiar que me pone los pelos de punta…

…porque cuando las cosas han llegado a su fin hay que hacer una fiesta y despedirse por todo lo alto, porque si no las cosas te acaban decepcionando y todo lo que parecía increíble se acaba convirtiendo en una mierda…

…porque me fascina ese punto freak del personaje de Lola Dueñas…

…por jugar a las chapas…

…por la preciosa banda sonora…

…por París, Berlín y Madrid…

…por la amistad y el amor…

…por ese magnetismo hipnótico de Paula Medina…

…por la brevísima pero intensa aparición de Rikar Gil entre bailes y plumas de almohada…

…por esos momentos en la vida en los que todo el mundo nos parece grande y todo nos parece un mundo…

…por Ruth Santamaría y ese personaje al que no sabes si odiar o amar…

…por la gente que tiene el don de entrar y salir de la vida de los demás, pero nunca se queda…

…por la historia del hielo de Claudia…

…porque a veces se nos olvida que no sabemos volar…

…por hundirse lentamente en un charco…

…por encontrarse a uno mismo…

…por el fin de la fiesta…

…por todo eso y más.